Asesoría Venta de Empresas y Negocios | Valuación Certificada
Estructura de contenido
Vender una empresa es un proceso complejo y significativo que requiere una planificación cuidadosa y la consideración de diversos factores, puede darse por diferentes situaciones que en seguida mencionaremos, desde la oportunidad de obtener nuevas ganancias hasta la venta por necesidad de inversión de calidad.
Es importante tener en cuenta que la decisión de vender una empresa no debe tomarse a la ligera, ya que puede tener implicaciones financieras e incluso emocionales significativas, antes de proceder con la venta, es fundamental evaluar cuidadosamente los pros y contras, considerar el impacto en los empleados y clientes y buscar asesoramiento profesional para asegurarse de tomar la mejor decisión posible.
¿Cuales son los pasos a seguir para la venta de empresas o negocio?
Toma de decisión: En primer lugar se debe estar seguro de la decisión que se está por ejecutar, debido a que todo el proceso implica un movimiento muy grande, gastos, auditorías, etc. por lo cual es complejo detenerlo o cancelarlo, el proceso de un traspaso o venta de negocio también afecta de manera sentimental, sobre todo si la empresa es familiar, se debe estar completamente seguro de la venta y haber evaluado con anterioridad si esta es la mejor opción.
Preparación y evaluación de la empresa: Es necesario como punto número 1, realiza una evaluación exhaustiva de la empresa para determinar su valor justo de mercado, es posible contratar a un profesional o una empresa de valuación para realizar este análisis. Como segundo paso, preparar toda la documentación relevante, como; estados financieros, contratos, registros de propiedad intelectual, informes de impuestos, entre otros.
Cuidar la confidencialidad: Mantén la venta confidencial, especialmente en las etapas iniciales, para evitar incertidumbres entre empleados y clientes, utiliza acuerdos de confidencialidad (NDA) para proteger la información sensible.
Asesoría profesional: Consulta con abogados, contadores y asesores financieros y valuadores experimentados en ventas de empresas, ellos te ayudarán a navegar por el proceso y a proteger tus intereses, incluso a negociar.
Identificación de compradores potenciales: Busca compradores potenciales en el mercado a través de intermediarios, contactos personales o plataformas de fusiones y adquisiciones y evalúa la idoneidad y capacidad financiera de los posibles compradores para asegurarte de que sean candidatos serios, los corredores pueden ayudarte con este proceso.
Negociaciones y ofertas: Inicia las negociaciones con los compradores interesados y trabaja en llegar a un acuerdo en cuanto al precio y los términos de la venta, es posible recibir ofertas no vinculantes y luego seleccionar la más adecuada para avanzar en el proceso.
Due diligence: Los compradores realizarán una exhaustiva “due diligence” para evaluar a fondo la empresa y confirmar la información proporcionada previamente debes proporcionar toda la documentación solicitada y cooperar plenamente con el equipo de due diligence.
Contrato de compraventa: Una vez que se llegue a un acuerdo, se redactará un contrato de compraventa que establecerá los términos y condiciones finales de la transacción, es recomendable que los abogados de ambas partes revisen el contrato para asegurar que estén protegidos sus intereses.
Cierre de la venta: Una vez que todas las condiciones se hayan cumplido y las aprobaciones necesarias se hayan obtenido, procede al cierre de la venta, se transfiere la propiedad y se realiza el pago acordado, asegúrate de seguir todas las regulaciones y requisitos legales en este proceso.
Transición: Después de la venta, puede ser necesario un período de transición para asegurar una transferencia fluida de la empresa al nuevo propietario, colabora con el nuevo propietario para facilitar una transición exitosa y el traspaso del personal de ser ese el acuerdo.
¿Por qué vender mi empresa o negocio?
Oportunidad de obtener ganancias: Si el valor de la empresa ha aumentado significativamente desde su fundación o adquisición, el propietario puede decidir venderla para obtener un retorno de inversión atractivo.
Cambios en las circunstancias personales: Los propietarios pueden enfrentar cambios personales, como problemas de salud, jubilación, o la necesidad de reubicarse, lo que los lleva a vender la empresa para centrarse en otras áreas de sus vidas.
Necesidad de capital: Si la empresa necesita una inyección de capital para expandirse, invertir en nuevas tecnologías o adquirir otros negocios, venderla puede ser una forma de obtener los recursos necesarios.
Dificultades financieras: Si la empresa está experimentando dificultades financieras significativas o una disminución en su rentabilidad, el propietario podría considerar venderla antes de que la situación empeore.
Cambios en el mercado: Los cambios en el mercado o en la industria pueden hacer que el propietario considere vender la empresa si ve una disminución en la demanda de sus productos o servicios.
Falta de sucesión: Si el propietario no tiene un plan claro de sucesión y no hay familiares o empleados interesados en asumir el control de la empresa, podría optar por venderla.
Diversificación de inversiones: Los propietarios pueden decidir vender la empresa para diversificar sus inversiones y reducir la concentración de su riqueza en un solo activo.
Fusiones y adquisiciones: En el caso de empresas más grandes, la venta puede ser parte de una estrategia de fusión o adquisición para fortalecer la posición en el mercado o mejorar la eficiencia operativa.
Ventajas de vender tu empresa o negocio
Ventajas para el comprador
- Aumento del patrimonio
- Reforzar la cartera de clientes, pues al comprar una empresa competidora se abarca mayor cuota de mercado y cartera.
- Diversificación de actividades o productos e incluso tecnologías.
- Expansión
Ventajas para el vendedor
- La ganancia de retorno de la inversión y el incremento de disponibilidad de fondos al liberar el capital vinculado a la empresa.
- Generación de beneficios en momentos de escasez de recursos financieros o cuando existen limitaciones técnicas u organizativas para mantener la actividad.
- Tranquilidad en momentos de tensión surgidos por la transición generacional del negocio o la interacción entre la empresa y la familia.
- Dejar crecer el negocio de ser necesaria la inversión de capital.
¿Cómo aumentar el valor de mi empresa o negocio?
Incrementar el valor de tu empresa es un objetivo clave para cualquier propietario o emprendedor. Aquí hay algunas estrategias que puedes considerar para agregar valor a tu empresa:
- Enfoque en la Calidad: Mejora la calidad de tus productos o servicios para crear una reputación sólida y generar confianza en tus clientes.
- Crecimiento Sostenible: Busca oportunidades de crecimiento que sean sostenibles a largo plazo, explora nuevos mercados, líneas de productos o servicios relacionados.
- Desarrollo de Marca: Construye una marca sólida que represente los valores y la misión de tu empresa, pues una marca fuerte puede atraer a clientes leales y aumentar la percepción de valor.
- Innovación: Mantente al tanto de las tendencias de la industria y busca formas de innovar, desarrolla nuevos productos, servicios o mejoras tecnológicas que resuelvan problemas actuales o futuros.
- Atención al Cliente: Ofrece un excelente servicio al cliente, una relación positiva con los clientes puede generar repetición de negocios y recomendaciones.
Gestión Eficiente: Optimiza las operaciones internas para mejorar la eficiencia y reducir costos, esto puede aumentar la rentabilidad y, en última instancia, el valor de la empresa.
Talento y Equipo: Construye un equipo talentoso y comprometido, el capital humano es esencial para el crecimiento y el éxito continuo de la empresa.
Estrategia de Marketing: Utiliza estrategias de marketing efectivas para llegar a tu público objetivo y destacarte en el mercado.
Propiedad Intelectual: Protege tus activos intangibles, como patentes, marcas registradas y derechos de autor, para aumentar la propiedad intelectual y la exclusividad.
Información Financiera Sólida: Mantén registros financieros precisos y transparentes, esto puede mejorar la confianza de los inversores y compradores potenciales.
Crecimiento Orgánico y Adquisiciones: Considera el crecimiento orgánico y las oportunidades de adquisición estratégica para expandir tu cartera de clientes y tu alcance.
Sostenibilidad: Adoptar prácticas sostenibles y éticas en tus operaciones. Esto puede atraer a clientes conscientes y aumentar el atractivo de la empresa.
Planificación a largo plazo: Desarrolla una estrategia a largo plazo que incluya metas y objetivos claros para el crecimiento y la mejora constante.
Flujo de caja creciente: Una organización se vuelve llamativa cuando está en la capacidad de generar beneficios y un flujo de caja creciente, los compradores buscan empresas cuyo flujo de caja aumenta año tras año, ya que es un generador de valor, su historial de aumento constante de ingresos puede proyectarse de manera convincente en el futuro crecimiento posterior a la venta.
Previsión financiera: Varias empresas no cuentan con registros financieros confiables, lo que dificulta el seguimiento de la procedencia de sus ingresos, la falta de organización en la información financiera puede sugerir a los compradores la existencia de un problema subyacente, por ende, las organizaciones deben ordenar sus finanzas y sistemas de control para presentar su negocio de la forma más favorable posible.
Diferenciación – propuesta de valor: Destacarse es una prioridad fundamental para todas las empresas, sin embargo, en el contexto del mercado de negocios en venta, aquellas compañías con productos o servicios únicos pueden obtener un valor adicional, siempre y cuando puedan evidenciar su capacidad para liderar una parte específica del mercado, para lo cual es necesario que desarrollen y resalten cualquier patente, propiedad intelectual u otras características distintivas de sus ofertas, que les otorguen una ventaja competitiva sobre otros actores de la industria.
Cartera de clientes: En el mercado, resultan atractivas las empresas que cuentan con una amplia variedad de clientes, por lo general, los posibles compradores buscan una cartera de clientes en la cual ningún cliente individual contribuya con más del 8 al 10 % de las ventas totales, según lo indicado por Forbes, esta diversidad en la base de clientes resguarda a la empresa de sufrir pérdidas significativas al dejar de contar con un cliente de gran importancia.
La venta de una empresa es un proceso crucial que involucra decisiones financieras y emocionales significativas. Antes de emprender este viaje, es fundamental considerar detenidamente los pros y los contras, evaluar el impacto en los empleados y clientes, y buscar asesoramiento profesional para tomar la mejor decisión posible.
Una vez que se ha tomado la decisión de vender, el camino a seguir implica pasos clave, desde la preparación y evaluación de la empresa hasta la negociación, la diligencia debida y, finalmente, el cierre de la venta. La asesoría de profesionales, como abogados, contadores y valuadores, juega un papel esencial en este proceso.
Aumentar el valor de tu empresa es una prioridad, y esto se logra a través de la calidad, el crecimiento sostenible, la construcción de una marca sólida, la innovación y la eficiencia operativa. Mantén registros financieros precisos y busca la diversificación de tus clientes para atraer a compradores potenciales.
Si te preguntas por qué vender tu empresa, las razones pueden variar, desde oportunidades de ganancias hasta cambios en tus circunstancias personales o la necesidad de capital. La preparación y la creación de valor son claves para una transición exitosa.
¿Qué hacer para vender mi negocio?
Vender un negocio es un proceso importante y complejo que requiere una planificación cuidadosa y consideración de varios aspectos antes de la venta.
Algunos pasos clave que puedes considerar al vender tu negocio:
Preparación Financiera: Antes de poner tu negocio a la venta, asegúrate de que tus registros financieros estén en orden y actualizados, lo cual incluye estados financieros, declaraciones de impuestos y cualquier otro documento relevante que demuestre la salud financiera de tu negocio.
Valoración del Negocio: Determina el valor de tu negocio, esto puede involucrar factores como los activos, las ganancias, las proyecciones futuras y otros elementos que influyen en el precio de venta.
Documentación Legal: Prepara todos los documentos legales necesarios para la venta, como acuerdos de confidencialidad, contratos de compra-venta y cualquier otro documento que garantice la legalidad y claridad de la transacción.
Mercadeo y Promoción: Desarrolla una estrategia para promocionar y comercializar tu negocio en venta, esto puede incluir la creación de un prospecto de venta, la publicidad en línea o en medios impresos y la búsqueda de posibles compradores.
Negociación: Una vez que encuentres un comprador interesado, prepárate para las negociaciones, establece tus expectativas y objetivos y asegúrate de estar dispuesto a negociar para llegar a un acuerdo mutuamente beneficioso.
Due Diligence: El comprador probablemente realizará una debida diligencia exhaustiva, examinando tus registros financieros, operaciones y otros aspectos del negocio.
Contrato de Compra-Venta: Una vez que ambas partes estén de acuerdo, se redactará un contrato de compraventa que detallará los términos de la transacción, incluidos el precio, las condiciones y los plazos.
Cierre: Llega a un acuerdo final con el comprador y cierra la venta, esto implica transferir oficialmente el control y la propiedad del negocio al nuevo propietario.
Asesoramiento Profesional: Considera la posibilidad de buscar el apoyo de asesores legales, contables y financieros para garantizar que la transacción se realice de manera adecuada y legal.
Transición: Una vez que se complete la venta, trabaja con el nuevo propietario para facilitar una transición suave, esto puede incluir la transferencia de activos, el entrenamiento del nuevo propietario y la transferencia de relaciones con clientes y proveedores.
¿Cómo valuar una empresa?
En la valoración de empresas, es fundamental tener en cuenta tanto los activos tangibles como los intangibles, actualmente, los activos intangibles tienen un valor significativo en comparación con años anteriores, su importancia es notoria, ya que si no se consideran en la valoración, podrían resultar en valoraciones parciales o inadecuadas de la empresa, lo que en ocasiones podría sobrevalorarla basándose solo en activos materiales o subvalorarla de manera injusta.
La principal razón por la cual se requiere una valoración de empresas es para facilitar la compra o venta de una compañía, sin embargo, también existen otros motivos, como la planificación, reorganización o para verificar su valor para prestamistas o inversionistas.
Es un procedimiento que se emplea principalmente por inversionistas o empresarios para determinar el valor real de las acciones de una empresa específica, mediante este proceso, se estima el valor continuo de la empresa a lo largo del tiempo, basándose en su comportamiento histórico.
EBITDA de tu empresa
EBITDA, que significa Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation & Amortization en inglés, se refiere al beneficio antes de impuestos, intereses, depreciaciones y amortizaciones, su objetivo radica en ofrecer una representación precisa de las ganancias o pérdidas centrales de una empresa, y aunque no es parte del informe financiero oficial de una compañía, proporciona una visión rápida de la rentabilidad de un negocio, es muy útil porque este indicador muestra la capacidad de la empresa para generar beneficios independientemente de factores externos como financiamiento o impuestos.
El EBITDA es uno de los indicadores que podemos emplear para realizar una evaluación basada en múltiplos, aunque hay métodos más recomendables para valorar empresas, utilizar los múltiplos de EBITDA presenta una ventaja competitiva destacada: la velocidad.
El múltiplo de EBITDA compara el valor de una empresa con su flujo operativo, sin considerar su estructura financiera, pero sin embargo, su utilidad radica en compararlo con los múltiplos de otras empresas dentro de la misma industria, no entre diferentes sectores.
Por ejemplo, algunas empresas pueden tener valoraciones que oscilan entre 4 y 6 veces su EBITDA, mientras que otras, especialmente en sectores más dinámicos o en crecimiento, podrían tener múltiplos más altos, alcanzando cifras como 10 o más veces su EBITDA
¿Cómo se calcula el EBITDA a la hora de comprar o vender una empresa?
La fórmula general para calcular el EBITDA es:
EBITDA = Ingresos totales – Costos totales (excepto los costos de intereses, impuestos, depreciación y amortización)
Múltiplo de EBITDA = Valor de la empresa/EBITDA
Aquí está el desglose de los componentes:
Ingresos totales: Esto incluye todos los ingresos generados por la empresa a través de sus operaciones comerciales principales.
Costos totales: Se restan todos los gastos operativos de los ingresos totales, excluyendo los costos de intereses, impuestos, depreciación y amortización.
La fórmula para calcular el EBITDA elimina estos cuatro elementos:
Intereses: Los pagos de intereses relacionados con la deuda.
Impuestos: Los impuestos sobre las ganancias.
Depreciación: La disminución del valor de los activos tangibles a lo largo del tiempo debido al desgaste.
Amortización: La reducción del valor de los activos intangibles a lo largo del tiempo, como patentes, marcas registradas o derechos de autor.
Al excluir estos elementos, se busca obtener una medida del rendimiento operativo puro de la empresa, sin tener en cuenta las decisiones de financiamiento, estructura de capital o la contabilidad de los activos a largo plazo.
Es importante tener en cuenta que el EBITDA es una métrica financiera que tiene sus ventajas y limitaciones. Aunque puede ser útil para evaluar la rentabilidad operativa, también puede no reflejar completamente la situación financiera general de una empresa.
Es fundamental recordar que el EBITDA se deriva de los registros financieros, excluyendo las amortizaciones que no implican un desembolso real de efectivo, se pretende que se asemeje al flujo de caja disponible, por lo que se utiliza como un indicador al valorar una empresa, sin embargo, no considera las inversiones (CAPEX) ni el fondo de maniobra (financiación del capital circulante), además, no tiene en cuenta el EBITDA futuro que la empresa espera alcanzar, es decir que la valoración basada en el múltiplo de EBITDA puede ser vista como un método para estimar el valor y confirmar una valoración obtenida a través de métodos más sólidos, como el descuento de flujo de caja, pero no debe ser el único método de valoración.
Pros y contras de vender o comprar una empresa por el múltiplo EBITDA
El multiplicador medio de la industria representa qué tan alto es el valor de una compañía en comparación con sus ingresos, es una herramienta habitual en transacciones de compra y venta de empresas, ya que facilita la determinación de un valor equitativo en el mercado para la empresa involucrada en la transacción.
Existen ventajas y desventajas al vender un negocio utilizando el múltiplo de EBITDA como referencia, una de las ventajas principales es que esta metodología permite a los compradores entender de manera rápida el valor de la empresa basado en su rendimiento histórico.
Adicionalmente, contar con un multiplicador de la industria establecido suele simplificar las negociaciones con posibles compradores.
Utilizar un múltiplo de EBITDA para la venta de una empresa ofrece un enfoque objetivo y uniforme para determinar su valor, siendo ampliamente aceptado por compradores y vendedores, esto agiliza las negociaciones al contar con un número acordado como punto de partida, el EBITDA, al considerar ganancias, gastos, deudas e impuestos, resulta más completo que métricas financieras como ventas brutas o ingresos, proporcionando a los compradores una visión más precisa del desempeño empresarial, los múltiplos también resultan útiles para inversores al realizar análisis comparativos entre empresas, facilitando decisiones más informadas sobre inversiones, así al utilizar múltiplos de EBITDA, los propietarios pueden recibir el máximo valor por su empresa, ya que se calculan con precisión las ganancias y gastos de todas las fuentes de ingresos.
Y por otro lado la venta de una empresa basada en un múltiplo de EBITDA puede no reflejar con precisión su valor real, ya que no considera las condiciones futuras del mercado y los cambios tecnológicos, métricas como el EBITDA pueden pasar por alto aspectos vitales del negocio, como; la base de clientes y la propiedad intelectual, que son relevantes para la evaluación, el análisis del flujo de caja descontado suele ser más efectivo que el uso de múltiplos de EBITDA, ya que considera proyecciones a largo plazo, la elección del múltiplo puede generar desacuerdos entre compradores, prolongando las negociaciones y resultando en ofertas más bajas de lo anticipado y el vendedor puede manipular fácilmente el múltiplo utilizado para aumentar o disminuir el valor real de su negocio en beneficio propio.